sábado, 20 de septiembre de 2008

Interioridades

Al principio, pensé que eran las gafas. No obstante, me llamó la atención que si me las cambiaba por otras (soy miope y tengo también gafas de sol graduadas), siguiera oyéndose el ruidito. He pasado años creyendo que mis gafas lo producían, unas y otras, redondas, y cuadradas, de sol o con cristales claros.

Por fin, el otro día, me aventuré a hacer la comprobación que hasta entonces no había atrevido a hacer. Cuando caminaba con paso enérgico hacia mi coche, oí el ruidito (no siempre suena). Y entonces, en un rasgo de arrojo, me quité las gafas (veía lo suficientemente bien el bordillo, y los árboles de la acera y, por aproximación, porque recordaba más o menos dónde lo había dejado, mi utilitario) y seguí andando enérgicamente, con las gafas en la mano.

Lo oí. Clarísimamente. No eran las gafas. Era mi cráneo, que en alguna de sus junturas, en alguno de sus huesecillos de nombre desconocido por mí pero que conforman mi sistema auditivo o mandibular o protegen mi menudo cerebro, chasqueaba perceptiblemente a cada paso brusco que daba.

Me puse otra vez las gafas. No tenía sentido dar un traspié además de llevar un metrónomo indeseado de mis pasos en la cabeza.

(del diario de un jardinero sonoro, septiembre de 2008)

sábado, 13 de septiembre de 2008

¿Alguien se anima?

Con una imagen que es ya una historia en sí, se convoca el premio literario Bodegas Olarra - Café Bretón, que pese a los cambios de patrocinador, mantiene una trayectoria de calidad acreditada. Nombres como Javier Almuzara, Fernando Sanmartín o Eduardo Jordá han hecho la historia más reciente de este premio. Los libros de relatos, las novelas cortas, las recopilaciones de artículos, los dietarios: salvo la teatral y el ensayo académico, todo tipo de prosa (modalidades intergenéricas o híbridas, indica la base 6ª de la convocatoria) se admite en este premio que es siempre una fiesta en la ciudad de Logroño.

Los originales, entre 50 y 75 DIN A-4 a doble espacio, se deben entregar por quintuplicado, bajo plica, antes del 15 de noviembre, en la dirección del café: c/ Bretón de los Herreros, 34 (26001 Logroño). El día 23 de diciembre se dará a conocer la obra premiada. El premio supone la publicación de la obra más una recompensa de 6.000 €. Los detalles y las bases completas pueden pedirse al Café Bretón o a Bodegas Olarra.

viernes, 5 de septiembre de 2008

In memoriam, jrpc (1916-2008)

Un trozo de hoja de calendario, de los de taco, los que usó toda la vida, marca la página 42. A partir de ella, los versos de Jorge Manrique, que releía con frecuencia, dicen una y otra vez lo que todos ya sabemos: que nuestras vidas son ríos, que el seso debe avivarse y despertar, que la muerte se nos viene tan callando. A veces, y por estrofas, leímos con él en casa algunas de esas líneas de hace tanto tiempo y que son inmortales, ellas sí.

Hoy, una de esas estrofas, viene a cuento de la ceremonia que tuvo lugar el miércoles, un día luminoso, de sol y aire alegre, en un cementerio de pueblo:

Así, con tal entender,
todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer,
de sus fijos y hermanos
y criados,
dio el alma a quien se la dio,
el cual la ponga en el cielo
y en su gloria,
y aunque la vida murió,
nos dejó harto consuelo
su memoria.

Criados no tuvo y hermanos no le quedaban: sí mujer e hijos, que allí estábamos. Y amigos, que acudieron a acompañarnos.

Memoria queda.