jueves, 25 de enero de 2007

Bienvenidos. Y muchas gracias

Por ser la primera vez, y dado que no estoy demasiado ducho en esto de las bitácoras (y sus comentarios) agradezco públicamente y de modo general el esfuerzo a todos los visitantes que me han dejado su comentario.

A r. le digo que habrá otras ocasiones, seguro, en que será la primera. Aun así, ser la segunda no es mal récord. Sobre todo cuando yo no llevo la cuenta y simplemente saludo a quien pasa. Tanto me gusta el primero como el último. Gracias por venir, está usted invitada a quedarse.

Lo mismo que el admirado hombre sentado en una silla a quien trataré de ofrecer lo mejor del mundo del jazz: una afición vieja ya, pero renovada todos los días. Gracias por los ánimos.

Y a winni, nombre, aunque no lo crea, de antiguas resonancias para mí: mi hija menor se parecía, aun no gustándole mucho la semejanza, a aquella actriz juvenil de los maravillosos años. Recuerdos, otras épocas.

Last but not least. D. de R. me ha acogido de un modo que no sólo no esperaba sino que, seguramente, no merezco. Gracias, otra vez por tus mensajes de aliento, de complicidad, de ánimo. Por tu blog también. Y tu vocear el mío a los cuatro vientos.

Si resumo esto aquí es por dejar constancia. También porque una avería imprevista en el edificio en el que trabajo nos ha dejado sin red, justo cuando más quería conectarme y leer los mensajes que podía haber. De ahora en adelante, cada respuesta irá en su sitio correspondiente.

Un saludo a todos. No dejéis de pasar por aquí. Os espero.

3 comentarios:

Portarosa dijo...

Gracias, FPC, eres muy amable.
En lo que a mí respecta, y a la vista también de la anterior entrada sobre Coetzee, me temo que me vas a ver a menudo por aquí.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Invitación más que aceptada.

Hay en los cuadernos en blanco cierta magia, recuerdo que cuando era pequeña, e iniciaban las clases, me emocionaba mucho forrar tanto libros, como cuadernos.
El asunto adquiría tintes ceremoniales, yo aprestaba mis mejores colores, los más vistosos (todos cuidadosamente tallados con la navaja del sacapuntas) para escribir con ellos la primera palabra, generalmente acompañada de intrincados arabescos.

J. S. ... creo que sigo siendo una niña, ahora sin cuadernos, pero con mucha tinta cibernética.

¡Saludos!

Oiga... esperemos que pronto se solucione lo de la red.

* Y ya que Ud. me regala lecturas tan bellas, me permito dejar aquí un par de versos. Los de hoy, de Osip Mendelshtam.

"Me mecía en un jardín lejano
En sencillo columpio de madera".


J.S. por su sencillez y hospitalidad, simplemente gracias.

FPC dijo...

Gracias, r.

En efecto, este cuaderno (casi) en blanco me produce esa sensación de inquietud e incertidumbre.

Espero poder traer algunos jardines no muy conocidos, unos auténticos, otros figurados, para disfrute de todos.

Saludos