miércoles, 14 de marzo de 2007

Orillas de un mar interior

En estos días indecisos entre el invierno y la primavera, cuando apenas hay plantas brotadas y las flores son escasas, echo de menos el mar. Yo, que soy de tierra adentro, necesito ver y oír y oler el mar. Palabras como rompiente, gaviota, arena, arrecife, acantilado, forman las orillas de mi mar interior. No es lo único, claro, pero estos días de agobio y prisas necesito saber que el agua que no se deja abarcar, la primigenia, la que une los continentes separados por la tectónica de placas, sigue ahí, y me espera.

(del diario de un jardinero, marzo de 2007)

1 comentario:

Anónimo dijo...

FPC. Estos últimos post... qué bellos. Disfruté en especial de éste. A veces me siento como anhelando un encuentro conmigo misma, de mí hacia mi, desde mis bordes hacia el centro y del centro a la orilla, y un poco pensé en ello después de leerte.

Quiero comentarte algo... ¿recuerdas la entrada de las orquídeas? bueno, pues tomé esa imagen y pinté algo... mañana lo presento en una galería [muy pequeñita] y quiero agradecerte por el momento de inspiración que suscitaste.

Un saludo y mis mejores deseos para tu día.


Roxana.