No creo que mi amigo A. se moleste si digo que es un poco torpe con estas cosas cibernéticas, él mismo lo reconoce. A pesar de eso, ha decidido introducirse en este mundillo de las bitácoras y ha puesto en marcha la suya que, como no podía ser menos, tiene que ver con la escritura y la pintura. Porque las dos cosas, además de tocar la guitarra y contar chistes de auténtica carcajada, hace: escribir y pintar, más lo segundo ahora que lo primero.
No sé hacia donde su irá su cuaderno cibernético ni qué cosas piensa escribirnos en él. Pero serán asuntos bien expresados, meticulosamente preparados y muy personales, de eso estoy seguro. No descarto que haya algún que otro dardo en la palabra de los que él gusta y que nos hacen pasar muy buenos ratos desde hace casi un cuarto de siglo, el tiempo que nos conocemos.
Así que, invito a todos a conocer su bitácora, de momento leve y casi transparente, y que, a buen seguro, irá creciendo con el tiempo. A mi amigo A. sólo puedo parafrasearle estos versos que él y yo hemos leído juntos más de una vez, pidiéndole que escriba
No sé hacia donde su irá su cuaderno cibernético ni qué cosas piensa escribirnos en él. Pero serán asuntos bien expresados, meticulosamente preparados y muy personales, de eso estoy seguro. No descarto que haya algún que otro dardo en la palabra de los que él gusta y que nos hacen pasar muy buenos ratos desde hace casi un cuarto de siglo, el tiempo que nos conocemos.
Así que, invito a todos a conocer su bitácora, de momento leve y casi transparente, y que, a buen seguro, irá creciendo con el tiempo. A mi amigo A. sólo puedo parafrasearle estos versos que él y yo hemos leído juntos más de una vez, pidiéndole que escriba
que nos tienes que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero
compañero del alma, compañero
2 comentarios:
...compañero.
Sabía que vendría, no sé por dónde, querido fpc, tu hálito, siempre generoso y presto. Esta vez, me dije, no me pillará fuera de juego. Y como tantas, me equivoqué: ni siquiera había salido del vestuario.
Son muchas las lunas compartidas, muchos los "encuentros en Terminal", las cuitas recíprocas deshojadas tantas veces. Veintitantos años dan para mucho, aunque me temo que me harás falta otros cuarenta para que pueda empezar a caminar sólo por estos complicadísimos vericuetos internéticos. Gracias por ser, por estar, por renovarte cada día para ser siempre el mismo.
Visitaré el blog de tu amigo también. Saludos.
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