¿Qué hago yo a estas horas de la noche, o la madrugada, mirando la pantalla del ordenador y escribiendo estas líneas, cuando mañana tengo que levantarme tan temprano?
Otra vez el insomnio, y el viaje a Madrid, con la incertidumbre de siempre, agravada por los días. A veces, oigo un rumor sordo y pienso: parece el mar. Pero no: el mar quedó atrás, no sólo lejos, sino en el pasado. Estoy de vuelta: ese es el rumor que me desvela.
Otra vez el insomnio, y el viaje a Madrid, con la incertidumbre de siempre, agravada por los días. A veces, oigo un rumor sordo y pienso: parece el mar. Pero no: el mar quedó atrás, no sólo lejos, sino en el pasado. Estoy de vuelta: ese es el rumor que me desvela.
(del diario de un jardinero, finales de agosto de 2008)
3 comentarios:
Bienvenido. Entiendo bien esa incertidumbre de la que hablas. Ley de vida le dicen los viejos. Y entiendo también esa imposibilidad de conciliar el sueño. Terminará por hacerse costumbre, me temo, pero hasta que llega se empeña en tomarnos por sorpresa cuando fue mucha la dicha o el cansancio; y se la espera, en cambio, otras veces, cuando nos puede la inquietud. De cualquier forma, algo bueno nos ha traído hoy ese insomnio: tur retorno a estos jardines.
Un fuerte abrazo.
lo siento por ti, pero menos mal que has vuelto para hacerte cargo otra vez de este jardín...
Bienvenido, jardinero. Ya se me estaban empezando a secar todas las plantas.
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