jueves, 10 de mayo de 2007

Siempre incompleta

La felicidad nunca es completa, no. Después de una visita a un jardín que nos va a servir (prefiero creerlo así, el tiempo se encargará de rebajar las esperanzas) para albergar una buena colección botánica, entramos en el edificio.

Olía a comida, al fin y al cabo ha sido seminario y sigue valiendo todavía como refugio para colegios y gentes de paso. Pasillos luminosos, olor a fregaza y puertas que dejan entrever recovecos que nadie visita. Un televisor en marcha en una habitación vacía. Un atisbo de la sacristía, con un largo estante de adornos hechos con rosas de plástico para las ocasiones grandes. Una mirada a la capilla, que huele, como olían todas, a cera y aire cerrado. El salón de actos, vacío, sin sillas, sin colgaduras. Una pizarra con un pentagrama vacío. Un piano alemán de pared, desvencijado que tiene las teclas descascarilladas. Me atrevo a pulsar alguna. Suena.

Y de pronto, una sala de techo alto y mucho polvo. La biblioteca. Anaqueles, baldas medio caídas, desolación. Muchos libros, todavía con cierto orden. Miro los estantes de filosofía. En ellos se cuelan también, es inevitable en un seminario, algunos tomos de teología, historia de la iglesia, mariología. En medio de tanto volumen de lomo destrozado y tejuelos ilegibles, saltan algunos títulos, algunos nombres que invitan a hojear, a detenerse en la lectura. Algunas obras traducidas de Georg Simmel, el filósofo alemán que formuló una filosofía del paisaje. El Fedón platónico en una edición en griego. Algo de Balmes, Ortega. No veo a Descartes, Kant, Hegel. Sería mucho pedir. La demás estanterías andan igual. Tendrán algunas joyas y mucho relleno.

Ya saliendo, tres tomos encuadernados en azul, numerados: I, II, III. Los abro. Quiero creer que hay en ellos algo que me obliga a hacerlo. Son los primeros números de Papeles de Son Armadans, año 1959. Supongo que valen dinero, pero sobre todo me llaman la atención por lo que fueron. Quisiera llevármelos, al menos uno de ellos. Sería un recuerdo perfecto de este lugar que va a desaparecer enseguida. Van a venderlos a un librero de viejo que los pagará al peso, sin mirar, y luego clasificará y revenderá. Algunos libros antiguos, del XIX o incluso antes, muy caros.

Nadie me ve, puedo hacerlo. Pero no me atrevo.

Salgo con las manos vacías y sucias de polvo. Quizá con la conciencia tranquila pero lamentando que la felicidad sea siempre tan imperfecta.

Siempre incompleta.

(del diario de un jardinero, mayo de 2007)

9 comentarios:

DIARIOS DE RAYUELA dijo...

Algunas veces, sólo algunas, la tranquilidad de la conciencia tiene peor penitencia que el pecado. Yo hubiera hecho lo mismo y también lo hubiera lamentado.
Con un poco más de audacia, en tu entrada de hoy nos estarías detallando el contenido de esas joyas de papel y polvo. Qué se le va a hacer, la incomodidades de ser buenga gente.
Un abrazo.

FPC dijo...

Me vi desbordado. Habría querido pasar mucho más tiempo revisando estanterías. Supongo que no habría mucho de literatura, pero quizá hubiera podido encontrarse alguna cosa más de poesía, o quizá novelas antiguas... Como no estaba solo, otros iban mirando según sus preferencias y aparecieron algunos libros de biología y de ciencias naturales del XIX. Éstos son interesantes como testimonio porque muchos de ellos seguían las tendencias, a veces divergentes o abiertamente encontradas, de la época. Darwinianos, spencerianos, lamarckianos dejaban su estela en esos libros de texto que hoy son más que curiosidades. Más de uno serviría para hacer una buena investigación sobre las tendencias científicas de la época. En fin, se marcha uno con la conciencia tranquila y las manos sucias. Al menos, sirve para contarlo y guardarlo en la memoria.

Un abrazo.

marideliwes dijo...

Te los llevaste. De alguna forma :-)

Neves de ontem dijo...

¡Buenas tardes!

Imagino que ya ha oído hablar del sello
THINKING BLOGGER AWARD
Alguien elige tu blog y después tú eliges cinco blogs y haces una entrada y pegas (O no) el sello en el blog.

Fui elegida por un blog portugués de cine y yo elegí el suyo entre los míos. Puede ver más datos en mi entrada de hoy.
Saludos.

Jorge P. Guedes dijo...

Buenas tardes!
Soy un amigo de Neves de Ontem ("Temporal"), portugues de Lisboa, y "agraciado" por ella con un "Blogger Thinking Award" eheheheh!

Eso nos hace compañeros, no?

Leí todo y me pregunto si eso ocorrió de verdad o si es solo ficción ppues no me posso creer que en españa algo assí pudiera pasarse.

Un abrazo desde Lisboa.

Jorge G - "O Sino da Aldeia porque avisar é preciso"

FPC dijo...

marideliwes, gracias por pasar. Leo a veces tus entradas en tu bitácora.

En efecto, en cierto modo esa luz sesgada que atravesaba las estanterías, el polvo flotando, los libros derrumbados... ya son míos.

neves: te agradezco muchísimo tu elección, pero no estoy seguro de lo que voy a hacer. Y tengo por delante dos semanas de trabajo intenso, con viajes y demás y no voy a tener tiempo ni de averiguar qué es eso que me propones, ni si lo haré en mi blog o no. Casi no puedo entrar ni para contestar a los amigos... Pero gracias por entrar aquí y allá. De verdad.

jpg: lo ocurrido es cierto.

Saludos a todos y gracias por pasar por aquí.

Portarosa dijo...

Pues, fíjate, yo creo que deberías habértelo llevado, teniendo en cuenta el destino que les espera. Era más digno el tuyo.

Y soy muy honrado, te lo aseguro.

Un abrazo.

FPC dijo...

No hagáis que me arrepienta, que lo mismo tengo que volver por allí dentro de poco...

No me gusta la idea de coger nada ajeno, me repugna... pero a veces siento como tú, portorosa. El problema es que si juzgamos con arreglo a lo que sentimos somos muy malos jueces, y muy parciales. Pero entiendo perfectamente lo que señalas: por eso digo que no me tientes.

Un cordial abrazo.

Neves de ontem dijo...

No se preocupe, era un juego y los juegos nunca han sido obligatorios. Sólo consistía en elegir cinco blogs que te hacen pensar. Saludos.