lunes, 17 de septiembre de 2007

Adioses

En las últimas semanas han hecho mutis por el foro (por el "forro", oí decir una vez a una persona ignorante) dos grandes músicos, quizá no muy conocidos del gran público y quizá tampoco genios de esos que tenemos por referencia. Pero muy notables ambos, cada uno en su intrumento; los dos, además, ampliaron sus posibilidades y su protagonismo en buena medida.

Max Roach (1924) dominaba, y evolucionó, el difícil de las baquetas, los palillos y las escobillas. Su sonido era contundente con unas variantes rítmicas muy complejas, de apreciación complicada para quien no tiene el oído algo entrenado. Se hace difícil atender a un instrumento sólo rítmico mucho tiempo sin cambios melódicos; en el jazz es instrumento netamente acompañante, pero Roach le dio un protaganismo que hasta entonces no había tenido.

Joe Zawinul (1932) hizo lo propio con los teclados, no sólo con el piano. Fue además compositor y participó en la época de mayor actividad musicalmente revolucionaria del jazz moderno, al lado de Miles Davis. Junto con el saxofonista Wayne Shorter ideó uno de los conjuntos de jazz más innovadores, a veces sobrevalorado, no siempre bien entendido, de los años 70: Weather Report.

De ambos ofrezco aquí una muestra. Roach hace una versión singular del Caravan ellingtoniano: atención a sus cambios de ritmo y a la idea, que se olvida a veces, de que el piano es un instrumento híbrido de cuerda y de percusión. De Zawinul, su dúo con Wayner Shorter ante la atenta mirada de Davis: In a silent way.

Adiós a los dos. Queda su música.




9 comentarios:

Sir John More dijo...

¿Dónde irán todas esas delicias que los hombres pueden gestar una vez que cierran los ojos para siempre? Gracias por esta música y por toda la que tienes en tu blog.

FPC dijo...

A saber... Pero hay cosas que no deberían morir y la música es una de ellas...
Gracias por pasar.

Anónimo dijo...

Seguimos aprendiendo, maestro.
Estas pequeñas televisiones merece la pena encenderlas.
Un abrazo.
DR

FPC dijo...

Un abrazo, DR. Los maestros son ellos.

francisco aranguren dijo...

Es una pena esa lenta cosecha de muertos. Al menos Max Roach había completado su ciclo. Muchos mueren tan jóvenes...Casi desapercibida para los medios pasó la muerte Michel Brecker. Saber que había muerto me produjo una gran tristeza. Bob Berg, otro acompañante de Davis, murió hace un par de años...Siguen la tradición de vidas intensas, apasionadas, pero demasiado breves. Me gustan esas músicas que pusiste. Un abrazo.

FPC dijo...

Bienvenido y gracias por tu comentario y por recordar a Brecker, al que aprecio mucho. En su caso, estuvo luchando con un cáncer hasta que perdió. Su último disco, Pilgrimage, parece todo un testamento. Quizá cuelgue alguna cosa suya en la bitácora como homenaje póstumo.
Un abrazo.

P.D. Aprovecho para enlazar tu blog en el mío, correspondiendo a tu amable iniciativa. Gracias.

Neves de ontem dijo...

Es curioso que la muerte está siempre presente y sin embargo sólo pensamos en ella cuando nos toca de cerca o muere alguien a quien admiramos. Saludos.

FPC dijo...

Así es, neves. Huímos, seguramente, de su presencia infame y nos dedicamos a otras cosas hasta que nos toca verla de cerca. Y la notamos más, creo yo, cuando afecta a alguien muy p´roximo, por el motivo que sea.
Saludos. ¿Puedo añadir que me da gusto verte por aquí otra vez?

Anónimo dijo...

Joé, me acabo de enterar de que murió Zawinul leyendo tu blog. Le vi hace un par de años (¿tres?, ¿cuatro ya?) en pirineos sur y fue realmente increíble la energía que había allí en el escenario. Vaya pues... Por cierto, gracias por el blog, los jardines, la música secreta, los comentarios en el blog... ¡Un saludo!