viernes, 18 de abril de 2008

Aleteos

(a mi hija B., matemática)

Leo en la prensa que ha muerto Edward N. Lorenz (1917-2008), al que llaman "padre del caos" por haber sido autor de una teoría que intenta explicar lo inexplicable. Caos, ese dios elemental que precedió a todos, seguido de cerca por Tártaro y Eros, parece, por confuso, etéreo y revuelto, una metáfora de nuestras vidas.

Lorenz, meteorólogo, intentó hallar algunas leyes subyacentes a ciertos sistemas que parecían no responder a ninguna. Descubrió varias cosas que al profano interesan poco o nada. Por ejemplo, que un sistema caótico responde a algunas pocas ecuaciones y no, como podría pensarse a un ejército de ellas. O que entre los "atractores extraños" (nombre poético donde los haya, acuñado por David Ruelle y Floris Takens) existe uno de estructura tridimensional que corresponde a un flujo caótico y que presenta la forma de mariposa que se ve en la foto (este tipo de flujo se da en láseres y en dínamos, lo que indica a las claras que los matemáticos estudian, en su jerga, cosas que nos rodean y nos son útiles todos los días).

Pero Lorenz pasará a la posteridad por una expresión que, como de costumbre, aplica erróneamente casi todo el mundo: el "efecto mariposa". Lorenz se preguntó, primero en un artículo y luego en su libro La esencia del caos, si el aleteo de una mariposa en Pekín podría producir un tornado en Texas. Llegaba a la conclusión de que no: las perturbaciones locales se irían amortiguando entre otras perturbaciones surgidas de diferencias mínimas en las respectivas condiciones iniciales y terminarían por anularse unas a otras. Lorenz formulaba la cuestión en términos, cómo no, meteorológicos: el clima era inestable localmente y estable globalmente. Un error mínimo (inevitable) en las medidas de las condiciones iniciales se amplifica enormemente en cuestión de poco tiempo, lo que hace imposible cualquier predicción: razón por la cual, saber el tiempo que habrá en algún lugar del planeta a cinco días vista es (con certeza, se entiende, no aproximadamente, claro) imposible.

De modo que hablar de "efecto mariposa" sin tener en cuenta estas disquisiciones enrevesadas y sutiles, no es más que poética. (Debo confesar que me molesta más una interpretación interesada que se hace de este efecto: la que consiste en deducir que "todo está relacionado con todo" para pasar a continuación a una mística de new age absolutamente estúpida con la cual se engaña a muchos). Esta expresión llamativa ni siquiera la inventó Lorenz: como parece natural, esa poética de lo mínimo con unos efectos inesperados, procede de Oriente. Al parecer, existe un proverbio chino según el cual "el aleteo de una mariposa se puede sentir en el otro extremo del mundo".

Lo cierto es que los estudios, modestos, incomprensibles para casi todos y sólo aireados por sus aspectos más llamativos y equívocos, de ese hombre de Connecticut que acaba de morir, han llegado a todas partes del mundo. Alterados y formando parte de otros aspectos de la caótica vida humana: exactamente como el aleteo de un atractor extraño.

7 comentarios:

Jorge Ordaz dijo...

Clarificador comentario, sí señor.
Un abrazo.

FPC dijo...

Gracias. Me interesó mucho el asunto cuando traduje el libro. Espero no haber cometido errores de bulto.
Un abrazo

Anónimo dijo...

:)

Portarosa dijo...

Sí, muy clarificador.
Es muy habitual, ¿no?, eso de quedarse con una parte mínima y resultona de una teoría/pensamiento/obra, y aun encima tergiversarla, y popularizarla desvirtuada. Será que somos así de tontos.

Un abrazo.

FPC dijo...

Gracias por tus comentarios, Portorosa, sabes que son bienvenidos. Sí, solemos quedarnos con una coplilla fácil y dejamos el resto. El resultado, me parece, es un ruido ensordecedor y molesto que oculta la auténtica razón de muchas cosas. Un abrazo.

mgab. dijo...

gracias, aunque tardías, por este post tuyo: a mi, que en tiempos me quedé fascinada por 'lo que trasmitían' de la teoría del caos, me ha interesado mucho y, claro, me había quedado con el aleteo...

FPC dijo...

Gracias por pasar, jin. Me alegro de que el comentario te haya aclarado algo.
Saludos